jueves, julio 30, 2009

Al infinito y más alla.

Ver de reojo el asfalto cuando el colectivo anda, hace sentir el movimiento, que aunque se esté quieto sentado, todo continúa aún. El movimiento de la acción, que estar aquí y ahora es sentir que se está en un proceso de algo, que se está yendo hacia algún lugar.
Es así que Federico, antes de volcar las monedas en la ranura de la máquina de cobrar, dijo: "$1, 25 hasta Grecia, gracias".
El 251 hacía ese viaje, del lado de la ventanilla podría ver cuando llegará al mar mediterráneo.
Que delicia sentían sus pies, de pisar otra tierra dura. Y que placeres nuevos lamería su cuerpo.

No hay comentarios.: